viernes, 26 de noviembre de 2010

Intento fallido de desambiguación

Gálatas 6:3 Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.

Voy a ser franco, aunque advierto que no acostumbro hacerlo a menudo, por lo que tal vez alguna verdad termine un poco torcida a mi conveniencia. Un día, mi mamá me dijo que me portara con fundamento y desde ese día me los empecé a quitar de encima, o más bien de abajo (los fundamentos). Era como jugar ese juego en el que se tienen que ir quitando las bases de una torre sin que se caiga... solo que la torre era mi cordura y su caída me traería serios problemas en el mundo real.
Fue entonces como mucho tiempo después, de sopetón me encontré parado en el abismo, sin más camino que el de mis prejuicios y temores más íntimos, sobre los que, valga la pena decirlo todavía camino, con mi ego inflado. Empecé a escribir en clave, y la literalidad se convirtió en una carga tan pesada que me era insoportable, luego la misma escritura me era tortuosa pero necesaria.
A veces muchos yo se quedan perdidos entre líneas, y luego me es imposible explicarles nada de lo que digo, hago o en su d-efecto escribo en este blog.
Mi mamá me sigue diciendo que me porte con fundamento y yo me río cuándo salgo justamente a terminar de quitármelos. Sigo escribiendo cosas de las que después me avergüenzo, y pocas que en realidad me gusta mostrar, aunque es más algo así como vergüenza ajena de algún otro yo desfasado, desalineado.
Eso de estar atisbando con unos yo la infinita posibilidad futura reducida a caminos condicionados por otros, o por muchos yo falsos deja a veces una sensación de no pertenencia a este mundo.
Esta semana venía en el bus, y tuve una iluminación repentina, de la nada estalló en mi cabeza la realidad de la guerra, desperté en medio de la batalla y vi sus dientes manchados. Me reí otra vez de la vana esperanza inmortal del hombre y vi por primera vez como todo el mundo era lo que no será y me reí también de la imposibilidad de comunicar esa visión.
Quise tratar de hacer algo mas literal cuándo empecé a escribir esto, pero la inercia de la costumbre es difícil de romper.
Los que saben juegan con la realidad, los que están a medio camino desesperan por saber, y los que no saben son juguetes nada más.
Hoy soñé algo... se me quedó una frase: "El poder olvidar es el premio del hombre bueno", el sueño tenía que ver algo con el Alzhaimer.
¡Ay de los sabios a sus propios ojos e inteligentes ante sí mismos!
Nadie se engañe á sí mismo: si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase simple, para ser sabio.  1 Corintios 3:18... 
Porque después de lo simple está la gran simpleza.

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