Hace ya tiempo que empecé este blog sin finalidad alguna. Pasaron muchas cosas en mi Vida desde aquel Enero, y ahora me resulta difícil reencontrarme con el que escribió las primeras entradas, seguro he cambiado. Los caminos que me trajeron hasta el hoy fueron generosos en alegrías y tristezas, encuentros y desencuentros; puedo decir desde este lugar, espacio y tiempo que me siento agradecido con el gran propiciador de casualidades y jodida-mente orgulloso de las alas que estrené.
Torquemada y Gandhi en mi son hermanos de sangre, las vicisitudes despiertan a uno y duermen al otro, pero siguen siendo máscaras insípidas, peldaños que se van desdibujando con cada paso hacia lo esencial, mis dogmas mas profundos han ido erosionándose y la experiencia me ha enseñado a equilibrar lo que pueda pesar en la balanza del co-razón. Poco a poco fui perdiendo el miedo a ser yo, y fui dejando de ser muchos que era... cabalgué raudo sobre muertos queridos, vislumbré desde arriba las sendas de otros, y caminé muchas veces lo que ya estaba trazado.
Desde este presente esquivo vuelo sobre mis pasados, me río de los monstruos que me asustaron y soy dueño del obelisco de la 9 de julio. No llega a mi ahora el frío del sur y mi fortaleza me alcanza para desdeñar lo desdeñable, cómodo ahora me preparo para el nuevo viaje consciente de que al aceptar algo tengo que hacerme merecedor de lo aceptado, por estos días me dediqué a descansar y a curarme, ahora solo espero que el destino se descuide para saltar con furia sobre su espalda y seguir volando.
Salud! >
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