domingo, 10 de octubre de 2010

Colección de puntos finales.

¿Qué escribir para un final?
Tal vez simples frases inconexas separadas por puntos finales.
Los arquitectos del cielo trabajan desde el infierno.
Nunca quise ser arquitecto.
Las barreras emocionales desvían el flujo de cualquier líquido.
Sod al revés es dos... do(y)-s So(y)-d.
Cada quién es cada cuál alguna vez.
S de ser y d de Dar.
Todos nos entendemos más de lo que quisiéramos.
Ponerse en los zapatos del otro no es mas que usar los propios zapatos.
Los zapatos no tienen tiempo.
Los duendes arreglan zapatos, los duendes no existen, los duendes no existen en el tiempo, el tiempo es mental, los duendes no existen en la mente, pero si los duendes no existen en la mente existen en otro lado, los duendes son reales, la mente crea la realidad. Duende es una palabra que me lleva a imaginar algo que no existe aunque de hecho si es.
Me gusta recordar cuando uno se muere de repente un día.
De repente suena a cascada sin agua, el vacío cayendo.
Morirse de repente es vivir una vida sin riesgos y tranquila... es mejor morirse lentamente.
Nada de lo que diga importa en un principio pero de alguna bizarra manera las palabras se condensan.
En su estado natural las palabras son solo vapor mental.
Los átomos de las palabras se juntan para crear la intuición.
Los átomos intuitivos de las palabras se juntan y se hacen solida realidad.
Pasar de sólido a líquido requiere mucha energía por eso es que el soñar requiere una desconexión total.
Soñar es morirse un poco.
Mientras dormimos las palabras toman la energía vital para crear realidades alternas tan reales como esta.
Me encanta hablar mierda.
Mi vida no es tan mierda.
No todo lo que hablo es mierda.
Volar bajo es oler todo.
Nada importa y por eso todo importa.
Nada importa y por eso escribo cosas sin importancia.
Todo lo que escribo llega a algún lado, adquiere importancia en el camino desde la pantalla hasta los ojos.
Lo importante es demasiado pequeño, se mete en los poros de los desperdicios.
Acaba de temblar en las Islas Fu.
Seguro alguna de las cosas que escribí hizo que temblara.
Todo arde, quemarse es simple y sencillo, expande el tiempo y duele mucho... pero volverse a hacer con cada ceniza es divertido.
Las cenizas vuelan fácil.
Todos dejan algo en alguien.
Reducirse a cenizas facilita dejar volar lo que ya no es de uno.
Todo es mío y soy de todo.
No hay todo ni nada.
El Che es un asesino de mierda... por eso me cae mal.
La mierda es sagrada.
Adieu.

5 comentarios:

Esteban A.C. dijo...

Qué cosa tan seria, como dicen por ahí, estamos viviendo una vida compartida, nada es totalmente nuestro. ;)

El título me recordó a: "Lo peor del amor es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le quedan dos puntos suspensivos"

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

VOLAR BAJO ES UNA NOBLE SENSACIÓN; LLEVAR ARRIBA LO DE ABAJO, TODOS DEJAMOS ALGO EN ALGUIEN. LA NADA ES UN POCO SIEMPRE ESTÁ LLENA, SIEMPRE HAY ALGO EN LA NADA, ES INVISIBLE SÓLO LA VE UNO, ALMENOS SIEMPRE LA HE LLENADO ASÍ SEA DE BABA CREO QUE LA NADA ES LA MUERTE, LA NADA ES DESCONEXIÓN.
FIN

Anónimo dijo...

mmmm... estoy harta de pensar qué es nada y qué es todo, que de mi está en el otro y de qué del otro esta en mi. Pero si, seguro algo de vos llega hasta miii... (8) (8) je...

RE-contruyendome de cenizas... tratando de limpiarme la mierda.

NTM

REmi dijo...

volatil...