viernes, 22 de abril de 2011

¡Salve!

Tengo una molestia en la garganta, una obstrucción del pensamiento, una definición inconclusa.
Este afán iluso, humano, infantil, abrumador de definir todo me ha llevado a un callejón sin salida.
Llegué a un final que es principio, a un es que no está, a un todo que no veo.
La pregunta última de la criatura, la búsqueda del principio, la finalidad de la razón.
A la pregunta de preguntas me enseñaron muchas respuestas, y ninguna me satisface.
No necesito creador ni delator invisible.
No necesito juez, señor ni testigo.
Pero si necesito una palabra que lo encierre todo, necesito a la manera de los viejos judíos encontrar el nombre de Dios.
No necesito perdón, premio o castigo, pero a mi corazón henchido de agradecimiento le gustaría encontrar recipiente.
No reconozco nada superior al espíritu del hombre, pero sigo en la búsqueda de fuentes en el mar.
A aquello a lo que sobran adjetivos y faltan alfabetos, a lo que SOY. ¡Salve!

PD: SOY al revés es YOS 

No hay comentarios: