domingo, 19 de septiembre de 2010

Inconsciente Colectivo

-Uno que huye de sus demonios termina enfrentando los de otros, Eros y Thanatos colman la realidad hablada, que es la misma que la pensada y la vívida. El dualismo imperante, las dos caras de la máscara, la diferencia entro yo y el otro nos mantienen encerrados en la cárcel del ego, como al aire en una pompa de jabón... pero somos el mismo aire, mi poco está en tu poco y mi mucho en tu mucho, así como el mundo en mi y yo en el mundo.
Los que se condenan por ignorancia lo hacen también por cobardía.
quiendijoquetodoestaperdidoyovengoaofrecermicorazonlacuradelinconscientepodridoeselamor...tantasangrequesellevóelríoyovengoaofrecermicorazón.
- Al final no hay diferencias entre vos y yo, ¿eso querés decir?
- No se, tal vez lo que quiero decir es que no importa nada de lo que diga... el aire solo se expande para inflar la burbuja del ego, pero sigue siendo el mismo aire.
- no entiendo
- Yo tampoco.
- Entonces para qué hablas
- Porque todos hacemos lo mismo, hablamos sin entender... los ladrillos del lenguaje no existen y toda conversación es un castillo en el aire.
- Pero castillo al fin y al cabo
- Muy mía tu observación, como humanos nos aferramos a la existencia y tememos a la nada.
- Por eso inventamos el lenguaje... ¿Para crear el mundo?
- Si, la palabra se hace carne.
- Entonces nada es real.
- ¿Qué es real?
- Lo que puedo oler, tocar, experimentar.
- Entonces todo es real
- ¿Pero cómo puede salir de la irrealidad lo real?
- Porque ni lo real ni lo irreal existen... lo real no existe.

- Acabo de olvidar por qué vine a matarte...
- Te lo digo yo, lo haces porque lo hace el mundo... no eres libre como individuo, estás condicionado, aunque creas que lo haces porque quieres, en verdad lo haces porque las palabras nos tomaron ventaja y ahora nos controlan, desde el principio todo está escrito, y se sigue escribiendo en la circularidad del tiempo; por eso es tan fácil controlar la masa, solo hay que introducir la palabra adecuada en la programación del destino. Inconsciente colectivo. Mátame, estarás matando al mismo hombre que han matado siempre. Yo soy  Abel el eterno y tu Caín, la repetición del mito. Todo es circular. Mañana me volverás a matar.

La rage Keny Arkana (subtitulos)La rabia del pueblo...

sábado, 18 de septiembre de 2010

ESQUIZITOFRENIA - PROLOCO IV


¿Cómo cayó usted en un asunto tan loco? - No caí, me empujaron. - ¿Quién? - Debió sel el otro - ¿El otro? - Si, el número dos de bastante. Luego cuándo vi que no volaba me dejé caer - ¿Caer dónde? - En el mismo punto donde cayó Alicia, justo al lado de la puertecita parlante que abría el camino al País de las Maravillas.






-¿Se dio muy duro?- Me dio muy duro. Igual que Alicia me puse a llorar y como ella paré de hacerlo cuando noté que me iba a ahogar en mis propias lágrimas, en lugar de desahogarme con ellas. - Una razón muy técnica para dejar de llorar.- No todo lo del ego es ordinario. - Y dígame, además de llorar ¿Cuáles eran sus otras opciones? -Nostalgia y autocompasión por la realidad perdida y la pérdida de realidad y/o cruzar la puertecita habladora - ¿Qué decidió? - Cruzar. Cruzar porque, si bien ego estaba aterrorizado, no por ello dejaba de comprender que la situación carecía de reversa. Imagínese que desde donde estaba la vieja realidad se veía a través de un vidrio. Parecía una pecera. Muchos peces boquiabiertos. Ego me puse a pensar, con una pincelada de uvas verdes, que de todas maneras en la vieja realidad ego no iba para ninguna parte. Allí mi vida se repetía todos los días. Siempre los mismos cuentos. La cuotidianidad le decían. Era como el impuesto del tedio. Pague con aburrimiento su derecho a ser un fiel cumplidor del deber. Ud. sabe. El deber ese (de heces), el que nunca deja de existir al ser como es. El que detesta a let it be y ama a Laisse faire passer. Me dije que si todos los días veía y hacía lo mismo era porque nunca me había movido de donde estaba. Y uno no puede ir a ninguna parte sin moverse. Y ego quieto. Así que me pareció buen negocio moverme, incluso pasando por la bocona de la puertecita. - ¿Qué del otro lado? - Incómodo al principio, despistado después. Hasta que me topé al gato sonrisa de Luna, felino no muy educado pues siempre desaparecía con una sonrisa en los labios. El que me empistó haciéndome ver que cuando uno no sabe para dónde va cualquier camino es bueno. Más o menos que por cualquier lado se llega a cualquier parte. Cuando nos despedimos del sabio mínino, otro me remachó: ¡Viste! - exclamó - no importa dónde estás, ahí estás. Debo decir que ahí fue - ahí puntualmente- donde le robamos el reloj al conejo Afanado - ¿Qué hicieron con el? -  Lo empeñamos en no decir la hora. -





 ¿Bueno al fin y al cabo, supieron dónde estaban? - Supimos dónde estábamos pero no dónde habíamos quedado. -¿Cómo así? - Es curioso. Estábamos en el país de Alicia navegando en la pecera y ahora ego era el boquiabierto. Otro parecía muy contento. -Cuénteme, ¿otro se alimenta? - De mí y ego me nutro de él. - No me diga que lo nutre con maná - lo que sea me va convirtiendo a ego en yo. - ¿Y ud. que le da a él? - Existencia. Le encanta manifestarse. - En serio ¿Cómo financiaron el viaje? - Con frases. Otro sabe frases para todo. Cuando empezó el viaje me dijo: "Uno puede ser rico de dos maneras: aumentando los ingresos o disminuyendo las necesidades". -Obviamente nosotros vamos a ser ricos a lo pobre, observé. -Correcto, respondió. Vamos a tener más tiempo, más libertad, más soltura, más paisaje. - Y Dios nos proveerá como a las avecillas del campo y a las flores del valle que ni labran, ni tejen, ni hilan ni nada y sin embargo nunca a su plumaje y petalaje algo le faltó - le interrumpí -. - Pues sí, aunque le parezca raro. Raro me pareció quedar tranquilo. La verdad, nunca faltó nada. Nada que hiciera falta, me refiero. -¿Cuánto duró el viaje? - Siete años, tiempo justo para darme tres vueltas a mi mismo en bicicleta. - La familia, los amigos, ¿qué paso con ellos? - No sé. Les dejé una nota en la puerta parlanchina: "Digan que no saben cuándo regreso, que salí ayer tarde a buscar un sueño". No creo que la hayan leído. - Bueno ¿Y ahora si cree que va para alguna parte? - Cuándo le toqué el tema a Otro, se limitó a decirme: "Vamos a donde nunca llegamos porque el lugar del destino se abre camino en nosotros". -¿Pero ud. qué cree? - Ego le creo. Finalmente, lo que disfrutamos es el viaje y todos los días llegamos a donde vamos, porque ahí vamos.


Esquizitofrenia, Luis Enrique Mejía D,  Ed. Zetta - Colina. Medellín. 2000



domingo, 12 de septiembre de 2010

Apología de la tibieza.

¿Son necesarias siempre las posiciones radicales?, ¿es posible ser radicalmente neutro?, entregarse a la tibieza...
"Ay de los tibios. Más os habría valido ser fríos o calientes, mas porque sois tibios, os vomitaré de mi boca"
Tal vez sea necesario arriesgarse a ser vómito de dioses... tal vez no... y ¿que tal ser calientes un día y fríos al otro?, así no se nos podría acusar de ser tibios, sino de ser calientes y fríos. Me pregunto, si a los tibios los van a vomitar, ¿qué va a pasar con los calientes y los fríos?... si un dios se los lleva a la boca no creo que evadan por mucho tiempo el destino implacable de los intestinos divinos.


Además no entiendo la urgencia de extremos... ¿Por qué tomar partido?, se escoja un bando u otro se va a estar equivocado al estar condicionados desde un principio por el entorno en el que se tome la decisión.
Vamos que si sos pobre es más probable que te guste el comunismo al capitalismo...
La tibieza es la capacidad de ser un día en extremo caliente y de repente ser en extremo frío sin ningún remordimiento o impedimento insalvable. Jugar con los extremos sin miedo a derretirse o congelarse, siendo el mejor, el mas caliente y el más frío y ni tan frío ni tan caliente a la vez.
Para alcanzar esta tibieza pura  probablemente tendría que haber un proceso de decondicionamiento previo tal que no se nos haga extraño escribir poemas como:


Puedo escribir los versos más tristes esta noche, 
escribir por ejemplo el sol está en lo alto y navegan, 
cuál algodón de azúcar en mar de mieles, las nubes a lo lejos.

¿Por qué apegarnos a los clichés naturales y asociar la noche con lo triste, lo bajo con lo malo...? es degradante aceptar condicionamientos sin más, solo porque si, y  si se aceptan debe ser con pleno conocimiento y voluntad propia, dejando abierta la posibilidad de eliminar lo aprendido, sin más, cuándo se quiera.
Al experimentar a fondo la ciencia y la magia, la razón y la fe, se debe alcanzar el punto medio perfecto de no verdades absolutas, el radicalismo neutro de los dioses impasibles, la capacidad para renegar hasta de la propia existencia... tal vez... o tal vez no y caigamos en el infierno, sea como sea ninguna opción parece mala o buena.


sábado, 11 de septiembre de 2010

Semiótica


Pim, los arquetipos no existen, sólo existe el cuerpo. Dentro de la barriguita todo es bonito, porque allí crecen los nenes, allí se mete, feliz, tu pajarito, y allí se junta la comida rica y buena, por eso son bonitas e importantes la caverna, la sima, el pasadizo, el subterráneo, incluso el laberinto, que está hecho como nuestras buenas y santas tripas, y cuando alguien debe inventar algo importante dice que procede de allí, porque también tú viniste de allí el día de tu nacimiento, y la fertilidad está siempre en un agujero, donde primero se macera algo y después, sorpresa, un chinito, un dátil, un baobab. Pero arriba es mejor que abajo, porque si te pones cabeza abajo se te sube la sangre a la cabeza, porque los pies apestan y el pelo no tanto, porque es mejor subirse a un árbol para coger los frutos que acabar bajo tierra engordando gusanos, porque es raro que te hagas daño dándote por arriba (tienes que estar en una buhardilla) y en cambio sueles hacértelo por abajo, al caer, y por eso lo alto es angélico y lo bajo diabólico. Pero como también es cierto lo que acabo de decirte sobre mi barriguita, las dos cosas son igualmente ciertas, es bonito lo bajo y lo interior, en un sentido, así como en el otro lo es lo alto y lo exterior, y aquí no cuenta el espíritu de Mercurio y la contradicción universal. El fuego te calienta y el frío te provoca una pulmonía, sobre todo si eres un sabio de hace cuatro mil años, de manera que el fuego tiene virtudes misteriosas, porque también te sirve para guisar un pollo. Pero el frío conserva ese mismo pollo, y el fuego, si lo tocas, te hace salir una ampolla así de grande, de manera que, si piensas en algo que se conserva desde hace milenios, como la sabiduría, tienes que situarla en una montaña, en lo alto (ya sabemos que es bueno), pero en una caverna (que también es buena) y en el frío eterno de las nieves tibetanas (que es buenísimo). Y, si te intriga el hecho de que la sabiduría venga de Oriente y no de los Alpes suizos, has de saber que es porque el cuerpo de tus antepasados, cada mañana, cuando se despertaba aún en la oscuridad, miraba al este esperando que saliese el sol y no lloviese, vaya país.
--Sí, mamá.
--Claro que sí, niño mío. El sol es bueno porque sienta bien al cuerpo, y porque tiene la buena costumbre de volver a aparecer cada día, por tanto es bueno todo lo que vuelve, y no lo que pasa y se marcha y si te he visto no me acuerdo. La manera más cómoda de regresar por donde se ha pasado ya, sin recorrer dos veces el mismo camino, consiste en moverse en círculo. Y, como el único animal que se aovilla en círculo es la serpiente, por eso hay tantos cultos y mitos de la serpiente, porque es difícil representar el regreso del sol enrollando un hipopótamo. Además, si tienes que hacer una ceremonia para invocar el sol, te conviene moverte en círculo, porque si te mueves en línea recta te alejas de casa y la ceremonia tendría que ser muy breve, sin contar que el círculo es la estructura más cómoda para un rito, y lo saben hasta los saltimbanquis que actúan en las playas porque en círculo todos ven al que está en el centro, mientras que, si toda una tribu se pusiese en línea recta como una hilera de soldados, los de más lejos no verían, y por eso el círculo y el movimiento rotatorio y el regreso cíclico son fundamentales en todo culto y en todo rito.

--Sí, mamá.
--Claro que sí. Y ahora pasemos a los números mágicos que tanto les gustan a tus autores. Uno eres tú que no eres dos, una es la cosita que tienes ahí, y una la que tengo aquí, una es la nariz y uno el corazón, de modo que ya ves cuántas cosas importantes son uno. Y dos son los ojos, las orejas, los agujeros de la nariz, mis senos y tus pelotas, las piernas, los brazos, las nalgas. Tres es más mágico que todos porque nuestro cuerpo lo ignora, no tenemos nada que sea tres cosas, y debería ser un número misteriosísimo, que atribuimos a Dios, dondequiera que vivamos. Pero si te paras a pensar, yo tengo una sola cosita y tú tienes una sola cosita, calla, y no hagas gracias, y si ponemos esas dos cositas juntas sale una nueva cosita y ya somos tres. Pero entonces, ¿se necesita un profesor universitario para descubrir que todos los pueblos tienen estructuras ternarias, trinidades y cosas por el estilo? Mira que las religiones no se hacían con ordenador, era toda gente bien, que follaba como es debido, y todas las estructuras trinitarias no son un misterio, son el relato de lo que haces tú, de lo que hacían ellos. Pero dos brazos y dos piernas dan cuatro, y así resulta que también cuatro es un número bonito, sobre todo si piensas que los animales tienen cuatro patas y que a cuatro patas se mueven los niños pequeños, como sabía la Esfinge. Del cinco ni que hablar, son los dedos de la mano, y con dos manos tienes ese otro número sagrado que es el diez, y por fuerza han de ser diez los mandamientos, porque, si fuesen doce, cuando el cura dice uno, dos, tres y muestra los dedos, al llegar a los dos últimos tendría que pedirle prestada la mano al sacristán. Ahora toma el cuerpo y cuenta todo lo que sobresale del tronco, con brazos, piernas, cabeza y pene, son seis, pero en el caso de la mujer son siete, por eso creo que tus autores nunca se han tomado en serio el seis, salvo como el doble del tres, porque sólo funciona para los machos, que no tienen ningún siete, y cuando ellos mandan prefieren verlo como un número sagrado, olvidando que también mis tetas sobresalen, pero paciencia. Ocho; --Dios mio, no tenemos ningún ocho... no, espera, si el brazo y la pierna no cuentan como uno sino como dos, porque ahí están el codo y la rodilla, tenemos ocho huesos grandes que se bambolean desde el tronco, y si les sumas este último tienes el nueve, que con la cabeza da diez. Pero sin alejarte del cuerpo puedes obtener todos los números que quieras, piensa en los agujeros.
--¿En los agujeros?
--Si, ¿cuántos agujeros tiene tu cuerpo?
--Pues... --me contaba--. Ojos narices orejas boca culo, suman ocho.
--¿Ves? Razón de más para que el ocho sea un número bonito. ¡Pero yo tengo nueve! Y con el noveno te traigo al mundo, ¡por eso el nueve es más divino que el ocho! ¿Quieres que te explique otras figuras que se reiteran? ¿Quieres la anatomía de esos menhires que tus autores no se cansan de nombrar? Estamos de pie durante el día y acostados de noche; también tu cosita, no, no me digas lo que hace de noche, el hecho es que trabaja derecha y descansa acostada. De modo que la postura vertical es vida, y está en relación con el sol, y los obeliscos se yerguen hacia arriba como los árboles, mientras que la postura horizontal y la noche son sueño y luego muerte, y todos adoran menhires, pirámides, columnas, mientras que nadie adora balcones y balaustradas. ¿Has oído hablar alguna vez de un culto arcaico de la barandilla sagrada? ¿Ves? Además, tampoco el cuerpo te lo permite, si adoras una piedra vertical, aunque seáis muchos podéis verla todos, pero si adoras algo horizontal sólo lo ven los que están en primera fila y los demás que empujen mientras gritan yo también, yo también, y no es un espectáculo muy apropiado para una ceremonia mágica...
--Pero los ríos...
--Los ríos, no se los adora porque sean horizontales, sino porque tienen agua, y no querrás que te explique la relación entre el agua y el cuerpo... En resumidas cuentas, estamos hechos así, con este cuerpo, todos, y por eso producimos los mismos símbolos a millones de kilómetros de distancia y necesariamente todo se parece, y ahora piensa que a las personas con algo en la cabeza el hornillo del alquimista, todo cerrado y caliente por dentro, les recuerda la barriga de la mamá que fabrica los nenes, sólo tus diabólicos ven a la Virgen que va a parir al niño y piensan que es una alusión al hornillo del alquimista. Así se han pasado miles de años buscando un mensaje, y todo estaba ahí, bastaba con que se miraran en el espejo.
--Tú me dices siempre la verdad. Tú eres mi Yo, que por lo demás es mi Ello visto por Ti. Quiero descubrir todos los arquetipos secretos del cuerpo.


domingo, 5 de septiembre de 2010

Jodorowsky


¿Y tomar hongos al menos una vez en la vida?
Eso es distinto. La experiencia que produce te acerca a la metafísica y a la
mística. Cuando se fuma marihuana por primera vez, también se abren los
sentidos: enseña a comer bien, a oler bien, a sentir bien la música.
Pero basta una o dos veces para aprender. Si no, acaba creando un ejército de necios
sensuales y perezosos que se sienten genios, así como el alcoholismo acaba
volviendo a la gente violenta, y esto de poco sirve.



¿Habría llegado usted a ser como es sin haber tomado sustancias alucinógenas?

Yo no he llegado a nada. ¿Adonde he llegado? (Se levanta y gira sobre sí
mismo.) No se llega. En mi caso, necesité tomarlas en un momento dado, hacia
los 40 años, cuando iba a hacer La montaña sagrada y tenía que interpretar a un
maestro.
Necesitaba saber cómo era la mente de un sabio. Yo no tenía esa mentalidad, y percibía mis límites. Entonces contraté a un gurú, Oscar Ichazo,
que fue uno de los creadores de la moda del eneagrama y el maestro de Claudio
Naranjo. Le pagué diecisiete mil dólares para que me diera un LSD y me guiara.
Era un ácido puro, un polvo que disolvió en zumo de naranja. Una hora más
tarde me dio un cigarro de marihuana. La primera toma duró ocho horas,
pasado un tiempo volvimos a tomar. Fueron dos sesiones en las que aprendí
mucho y rompí mis propios límites.
Yo creo que estas experiencias no deben
hacerse por espíritu festivo, tampoco solo ni en compañía de gente que no haya
alcanzado un alto nivel de conciencia.
Puede ocurrir que durante la toma veas a
esa gente como a demonios.
Ésta es la explicación de por qué tomé este tipo de drogas. La consecuencia es
que me abrió la mente y me sirvió para demostrarme hasta dónde podía llegar.
Gurdjieff decía que las drogas son para eso: tú estás en el sótano de un edificio
y la droga te hace subir a la terraza de golpe. Estás en el garaje y te hace saltar
cincuenta pisos. Ves todo el horizonte, toda la ciudad, y cuando vuelves,
te das
cuenta de que para llegar de nuevo arriba tienes que trepar todos los pisos tú
solo, sin drogas

viernes, 3 de septiembre de 2010

Poema (que por azar terminó acá)

Estaba leyendo un libro de páginas ajadas de la biblioteca, mientras avanzaba, líneas resaltadas por residuos de grafito borrándose me hacían tropezar con claves que seguro fueron importantes para el/la que lo leyó antes que yo... anotaciones con el significado de palabras desconocidas tanto para él o ella y para mi que me facilitaron el avance.
En la página 195 justo al terminar un capítulo unos garabatos se empeñaban en seguir la última línea, no pude resistirme a desentrañar el pequeño misterio. Podría haber sido algo importante de lo que me arrepintiera después por no haberme empeñado tal vez... una reflexión fundamental para entender mejor el libro o que se yo, el caso es que mi espíritu sicorígido ganó la batalla entre mis otros yo esta vez, por lo que en vez de seguir leyendo el libro, me dediqué dos horas a encontrarle sentido a esa escritura de médico jubilado.
Resultó ser un poema, que aún a riesgo de haberlo copiado mal me atrevo a subir por acá... este poema que fue escrito cuándo yo ni siquiera tenía un año va a conocer el internet... quizás su autor lo halla olvidado totalmente, quizás ese autor ya no exista, quizás el destinatario del poema sea ahora la esposa del autor, o quizás nunca el autor se halla atrevido a confesarle su amor... y quizás tal vez algún día el autor por cuestión de azar, se pase por acá y recuerde su poema con una mueca de incredulidad.
Este es el poema:


Que tal si hacemos una cometa y juntamos tu cuerpo y el mío en un viento tranquilo pero fuerte.
Y pasamos estos días de macaz en un viento traicionero para que se lleve - estos días - a algún dios castigador.
Si juntamos tu cuerpo y el mío podremos superar el mundo con la inocencia de  tus ojos.
De algún viento cómplice y la inocencia seminal de lo que deseas y su ayer, 
si juntamos tendremos una fruta para ti,
cometa que vuelas el viento de mi pasión.


BdeS.
Dic 19-1990


Nota: si alguna vez escriben en un libro de uso público, por piedad hagan su letra legible.



Minotauromaquia